La Popy y el Turco"
Viajar en tren, desde siempre, desde que viajar en tren era viajar en tren de primera clase o de segunda clase-
Los vagones de primera clase eran los vagones con asientos que no eran bancos de madera como los de segunda clase
Cuando uno iba a la boletería a sacar el boleto para viajar, en la ventanilla había un cartelito que daba instrucciones a los pasajeros para agilizar la venta de los pasajes.
(Ahora la boletería en lugar del cartelito tiene la foto del empleado de la estación de Monte Grande que fue asesinado mientras trabajaba en la boletería de la estación.)
El boletero, (porque así lo llamábamos al que vendía los boletos) cuando nos acercábamos a la ventanilla para pedir el boleto nos hacía la sempiterna pregunta, mecánicamente :
¿Primera o segunda?
Dando vueltas por el andén el jefe de la estación que tenía su vivienda en la estación.
¿Algún problema?
Golpear la puerta de la casa del Jefe de la estación era la solución
Ahora todos viajamos en clase única porque al llegar la electrificación del Roca se fueron con la electricidad los asientos de madera y la clase primera y segunda.
En épocas de la dictadura militar solíamos viajar con el corazón en la mano porque si los milicos hacían operativos en Témperley o en cualquier pueblo del recorrido detenían el tren antes de llegar a la estación.
El tren quedaba parado a mitad de camino y ahí se subían los milicos con las armas y mientras apuntaban al pasaje....fuiste
O fueron los que estaban señalados.
Porque todos sabíamos de la existencia de las listas negras.
En las escuelas las encargadas eran las directoras lamebotas de algunas escuelas lamebotas que, según lo que nos informaban las compañeras militantes le llevaban la información de las maestras “sospechosas” a la Secretaria de la Unidad Administrativa Única.
Como la Directora de la Escuela primaria Nº 2 que según los comentarios que pasaban de boca en boca y de maestra a maestra (además de ser la amante del Intendente del pueblo se dedicaba a esos menesteres)
Me acuerdo muy bien del hecho porque yo tenía compañeras como Perla Regazzoni que luego con el tiempo se acomodó o la acomodaron en La Plata y llegó a ser Inspectora Jefe de Región y un día de esos días en que yo andaba con mi abogada respondiendo a una citación de la Sede
de Inspectores, Perla(que había sido trasladada al Distrito de Alte Brown) se acordaba de aquellas épocas en que yo le decía a la Directora de la Escuela Nº 2 que era una delatora y que ella se asustaba porque la tipa tenía influencias y acomodos con los milicos
En nuestro pueblo la Secretaria de la U.A.U más conocida por las militantes era Ana María Romeo.
Continuando con el relato porque me voy por las ramas , resulta que además tenía como compañeras a Marta y a María Mónica y a Susana y a la Popy.
La Popy estaba enloquecida de amor por el “Turco” que vivía en Témperley y que siempre subía al tren en esa estación para llegar todos juntos a Constitución.
Un día de esos días en que viajaba con la Popy, pasó que el tren quedó detenido en mitad del recorrido.
La Popy tenía que encontrarse con el "Turco" en el tren de las ocho.
El "Turco" subía en Témperley y desde ahí viajábamos hasta Constitución donde nos encontrábamos con otros compañeros que iban a trabajar o a estudiar.
Y sucedió que subieron los milicos con las armas .
Recorrieron el vagón como buscando a alguien, pasaron por nuestro lado y siguieron rumbo al otro vagón.
Al rato el tren reinició su marcha.
Al llegar a Témperley la estación estaba con más milicos que pasajeros .
No lo vimos al "Turco", o mejor dicho nos pareció verlo junto a otros hombres apoyado contra las paredes del andén con los brazos extendidos mientras las armas les apuntaban a las cabezas.
Los vagones de primera clase eran los vagones con asientos que no eran bancos de madera como los de segunda clase
Cuando uno iba a la boletería a sacar el boleto para viajar, en la ventanilla había un cartelito que daba instrucciones a los pasajeros para agilizar la venta de los pasajes.
(Ahora la boletería en lugar del cartelito tiene la foto del empleado de la estación de Monte Grande que fue asesinado mientras trabajaba en la boletería de la estación.)
El boletero, (porque así lo llamábamos al que vendía los boletos) cuando nos acercábamos a la ventanilla para pedir el boleto nos hacía la sempiterna pregunta, mecánicamente :
¿Primera o segunda?
Dando vueltas por el andén el jefe de la estación que tenía su vivienda en la estación.
¿Algún problema?
Golpear la puerta de la casa del Jefe de la estación era la solución
Ahora todos viajamos en clase única porque al llegar la electrificación del Roca se fueron con la electricidad los asientos de madera y la clase primera y segunda.
En épocas de la dictadura militar solíamos viajar con el corazón en la mano porque si los milicos hacían operativos en Témperley o en cualquier pueblo del recorrido detenían el tren antes de llegar a la estación.
El tren quedaba parado a mitad de camino y ahí se subían los milicos con las armas y mientras apuntaban al pasaje....fuiste
O fueron los que estaban señalados.
Porque todos sabíamos de la existencia de las listas negras.
En las escuelas las encargadas eran las directoras lamebotas de algunas escuelas lamebotas que, según lo que nos informaban las compañeras militantes le llevaban la información de las maestras “sospechosas” a la Secretaria de la Unidad Administrativa Única.
Como la Directora de la Escuela primaria Nº 2 que según los comentarios que pasaban de boca en boca y de maestra a maestra (además de ser la amante del Intendente del pueblo se dedicaba a esos menesteres)
Me acuerdo muy bien del hecho porque yo tenía compañeras como Perla Regazzoni que luego con el tiempo se acomodó o la acomodaron en La Plata y llegó a ser Inspectora Jefe de Región y un día de esos días en que yo andaba con mi abogada respondiendo a una citación de la Sede
de Inspectores, Perla(que había sido trasladada al Distrito de Alte Brown) se acordaba de aquellas épocas en que yo le decía a la Directora de la Escuela Nº 2 que era una delatora y que ella se asustaba porque la tipa tenía influencias y acomodos con los milicos
En nuestro pueblo la Secretaria de la U.A.U más conocida por las militantes era Ana María Romeo.
Continuando con el relato porque me voy por las ramas , resulta que además tenía como compañeras a Marta y a María Mónica y a Susana y a la Popy.
La Popy estaba enloquecida de amor por el “Turco” que vivía en Témperley y que siempre subía al tren en esa estación para llegar todos juntos a Constitución.
Un día de esos días en que viajaba con la Popy, pasó que el tren quedó detenido en mitad del recorrido.
La Popy tenía que encontrarse con el "Turco" en el tren de las ocho.
El "Turco" subía en Témperley y desde ahí viajábamos hasta Constitución donde nos encontrábamos con otros compañeros que iban a trabajar o a estudiar.
Y sucedió que subieron los milicos con las armas .
Recorrieron el vagón como buscando a alguien, pasaron por nuestro lado y siguieron rumbo al otro vagón.
Al rato el tren reinició su marcha.
Al llegar a Témperley la estación estaba con más milicos que pasajeros .
No lo vimos al "Turco", o mejor dicho nos pareció verlo junto a otros hombres apoyado contra las paredes del andén con los brazos extendidos mientras las armas les apuntaban a las cabezas.
(Con la electrificación del Roca aprendimos a viajar colgados de los ganchos que ponen para colgar las bicicletas en los vagones destinados a las bicicletas.)
Ya el tren no queda detenido por operativos militares antes de llegar a las estaciones que siguen ahí como siempre, mirando desde el andén.
Las campanitas celestes y las blancas y las rosas y las violetas siguen trepándose en los alambrados que bordean el camino que lleva a Constitución.
La Popy sigue preguntándose por el "Turco" que ese día no subió al tren .
Nunca se casó la Popy, solterona se quedó esperando al "Turco".
Ella insiste en que el "Turco" la va a venir a buscar .
Y que subirá al vagón y que la reconocerá a pesar de las arrugas y del paso del tiempo.
Así piensa la Popy y yo no la contradigo.
Ya el tren no queda detenido por operativos militares antes de llegar a las estaciones que siguen ahí como siempre, mirando desde el andén.
Las campanitas celestes y las blancas y las rosas y las violetas siguen trepándose en los alambrados que bordean el camino que lleva a Constitución.
La Popy sigue preguntándose por el "Turco" que ese día no subió al tren .
Nunca se casó la Popy, solterona se quedó esperando al "Turco".
Ella insiste en que el "Turco" la va a venir a buscar .
Y que subirá al vagón y que la reconocerá a pesar de las arrugas y del paso del tiempo.
Así piensa la Popy y yo no la contradigo.
Hasta la Victoria Siempre
AMÉN
El final, me recordó a Penélope.
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