lunes, 31 de enero de 2011

Memorias de una profesora "subversiva":"Corazón de arcilla"



La foto que acompaña este artículo tiene en su reverso una fecha: 12/78 Escuela Nº 8 de Ministro Rivadavia.
La escuela a la que había regresado a trabajar como maestra de grado tras el secuestro ocurrido en las vacaciones de julio del 77 y a siete meses del nacimiento de mi segunda hija, nacida justo a los nueve meses de haber sido liberada del Pozo.
Eran tiempos difíciles, de desapariciones de personal docente y de secuestros y de conflictos con países vecinos ya que los milicos genocidas jugando a la guerra con nuestros soldados se daban el lujo de exponer la vida de los jóvenes que en aquellos momentos cumplían con el servicio militar obligatorio.
Casualmente recordando tiempos lejanos de mi paso por el sistema educativo al abrir una caja en la que guardo recuerdos de mis compañeras (muchas de ellas militantes como yo) apareció esta foto y se me vino a la memoria el momento trágico que estábamos pasando a raíz del conflicto entre Argentina y Chile por el Canal de Beagle.
Una atrás de otro se dibujaron los nombres que se habían hecho común en nuestras charlas docentes y que tenían que ver con las islas Lennox, Picton , Navarino y una tras otro se deslizaron los acontecimientos que se sucedieron a partir del Laudo Arbitral que reconocía la soberanía de Chile sobre las islas.
Y recuerdo como nos hablaba la Señorita Raquel Caballero (que es la señora que está en el medio) y que siendo la Directora de la escuela Nº 8 en aquellos momentos nos orientaba para hacer llegar a los alumnos los hechos que se sucedían para aplacar el temor de una guerra que parecía inevitable entre nuestro País y la Rca de Chile.
¿Cómo hacer para no avivar el temor a un enfrentamiento armado cuando los medios difundían el cierre por parte de la gendarmería de la frontera con Chile?
¿Cómo hacer para que los alumnos no se asustaran al escuchar a Jorge Rafael Videla amenazando con la guerra si Chile no cambiaba su posición en las negociaciones que se efectuaban?
Me quedé mirando a todas y cada una de las nueve maestras que trabajábamos en aquellos tiempos en la escuela de Ministro Rivadavia y me di cuenta que faltaba Nelly la Secretaria que al igual que la señora Raquel sabían por lo que yo había pasado y no solo fueron solidarias sino que fueron de las pocas compañeras que no me consideraron una subversiva o una montonera(como era común etiquetar en aquellos días a los maestros y maestras que eran “chupados” por los milicos muchas veces en la misma escuela a la que llegaban en camiones.)
La señorita Raquel con su peinado de peluquería y sus ojos claros y su corazón de arcilla.
Un corazón que se amoldaba a todas las circunstancias y era refugio y era paredón y era hogar y era espacio en el que las maestras podíamos expresarnos sin temor a ser delatadas o censuradas.

Porque la señorita Raquel fue para nosotras como un ángel que veló por todas y cada una de las maestras bajo su supervisión y que demostró no tenerle miedo a los milicos y a los camiones con soldados armados que con frecuencia visitaban la escuela.
A veces me pregunto si la escuela seguirá como en aquellos tiempos en que pintada de verde y blanco se erguía como un faro que guiaba a los chicos hacia sus maestras y sus aulas y su patio y sus persianas que muchas veces bajábamos por órden de la señorita Raquel que entendía que esa era la mejor manera de lograr que todas y todos no concentráramos en nuestras tareas.
Cuando en noviembre de 1984 Argentina y Chile suscribieron el TRATADO DE PAZ Y AMISTAD” yo ya no trabajaba en la escuela .
Otros destinos me habían llevado a las aulas de otras escuelas de la zona.
En las que viví momentos que quedaron grabados para siempre en mi MEMORIA.
Como estos recuerdo que se vinieron a buscarme y que quedaron atrapados para siempre en el recuerdo de ese corazón de arcilla que fue mi Directora de la Escuela Nº 8, la señorita Raquel que desde el tiempo me sigue sonriendo .
Como entonces.

Hasta la Victoria Siempre

martes, 11 de enero de 2011

Memorias de una profesora "subversiva": "Jacarandaes en flor".




Jacarandaes en flor

Había desaparecido Julio López.
Nos habían caído las amenazas y la fiscalía nos había puesto patrulleros en la puerta de la casa y la bonaerense se turnaba para vigilar nuestro domicilio.
Para ese época yo trabajaba como profesora de derechos Humanos y Ciudadanía en la E.E.M.Nº 2 de Burzaco y para esa época a pesar del miedo, a pesar de las agresiones, a pesar del acoso laboral por parte de la directora de la escuela que me delataba ante sus “superiores jerárquicos” porque no me creía , porque afirmaba que me sentía perseguida inventando que me amenazaban y agredían a mis hijos con arma blanca y labraba acta tras acta con la complicidad de algunas compañeras de trabajo que daban testimonio de sus mendacidades, a pesar de que había culminado el Proyecto “Campanas para la Memoria” con la presencia del Inspector Roberto Rivara que me acompañaba en el proyecto y que a esa altura ya había sido reemplazado por la inspectora Luz Pompeya Serial una desgraciada mentirosa y cómplice de estas docentes que vivían la desaparición de Julio López como lo pueden vivir las muchas gorilas y carneras que pueblan la docencia argentina(o al menos la docencia de mi pueblo) …
A pesar de todas estas circunstancias adversas nos organizamos con los compañeros para realizar una marcha que gritando el nombre de Julio retumbara o hiciera retumbar los oídos de los muchos sordos e indiferentes a lo que estaba sucediendo.
Y entonces nos reunimos en la plaza San Martín de Adrogué lugar de concentración de la marcha.
Una plaza que vestida de flores celestes de jacarandaes confundía el cielo con la tierra y el grito parecía desparramarse sobre el suelo de baldosas y sobre los edificios y sobre la estación por las que el Quetren carreta pasaba haciendo sonar su bocina en adhesión a nuestro reclamo.
Solo un comercio de Adrogué había puesto la foto de Julio López y la mantuvo durante los años que desde entonces se sucedieorn.
Entonces como si los jacarandaes se plegaran a nuestra búsqueda comenzamos a cantar:
Al este y al oeste, llueve y lloverá, una flor y otra flor celeste de jacarandá…

Y esa canción de María Elena Walsch nos acompañó durante la marcha mientras gritábamos el nombre de Julio.
El suelo de la plaza estaba cubierto de flores y tenía ese color celeste lila de las flores del jacarandá.
Así que empezamos a juntar las flores en nuestras manos y en los bolsillos de los delantales de las maestras que habían concurrido y en las bolsitas de plástico que muchos tenían y mientras caminábamos por las calles céntricas de Adrogué íbamos arrojando al aire las flores de jacarandá que caían como una lluvia celeste sobre el asfalto y sobre nuestras cabezas y sobre las pancartas.
Y el este y el oeste de nuestro pueblo comenzó a poblarse así de las muchas voces que a coro preguntaban por Julio y cantaban :

Al este y al oeste, llueve y lloverá
una flor y otra flor celeste de jacarandá-

Y la yuta que nos seguía en moto comenzó a teñirse de celeste porque las motos retenían las flores al igual que los uniformes.
Y los patrulleros que nos seguían de cerca empezaron a amontonar flores de jacarandá sobre sus techos .
Y sucedió que el pueblo se vistió de flores aquella tarde en que mientras cantábamos tirábamos al aire las flores que caían como copitos celestes .
Nunca más Julio López apareció.
Y entre esa ausencia que cada año se repite, las flores regresan a los árboles de la Plaza y comienzan a llover desde las ramas para vestir el suelo de la plaza y caer como nieve lila que nos recuerda que pese al tiempo seguimos preguntando por Julio López

Al este y al oeste, llueve y lloverá
una flor y otra flor celeste
de jacarandá

El cielo en la vereda dibujado está
con espuma y papel de seda
de jacarandá…

Hasta la Victoria siempre

domingo, 2 de enero de 2011

Memorias de una profesora "subversiva":El autoritario Estatuto del Docente






Pasé por muchas escuelas cuando fui maestra y tuve muchas directoras que tomaban el cuaderno de informes docentes para escribir en el cuaderno que era una insolente, que le faltaba el respeto a la autoridad, que ponía en ridículo a los superiores jerárquicos, que me burlaba de las órdenes emanadas de la superioridad…
Que se yo cuanto cosas más escribían en mi cuaderno de informes porque para ciertas directoras y para ciertas Inspectoras (especialmente para la Inspectora Sara Juliano)yo era una maestra rebelde, contestaria, que alteraba la paz y el órden que debían reinar en el ámbito escolar , en la comunidad educativa y en todo lo que al parecer tenía que ver con la educación.
Sintetizando yo era una insurrecta, una insubordinada y todos los términos que el autoritario Estatuto del Docente deparaba a los maestros que como yo no eran ovejas sumisas ni le lamían el trasero a las Inspectoras y fundamentaba con sentido criterioso las determinaciones que tomaba cuando no estaba de acuerdo con las órdenes emanadas por la Superioridad.
Por lo general nunca estaba de acuerdo con las órdenes que bajaban de La Plata.
No estaba de acuerdo con señalar a compañeros que militaban, ni delatar a quienes se reunían fuera de la escuela para realizar reuniones sindicales, ni dejar de llevar al aula los libros de Paulo Freyre, ni dejar de hablar de la teología de la liberación ni protestar por la quema de libros y por las listas negras y por no leer el libreto militar relacionado con la forma en que se podía detectar a un subversivo y…..
Los niños en el aula deben estar en silencio, era el lema de entonces y las maestras debían procurar ajustarse estrictamente a la planificación aúlica y hablar poco o nada de lo que estaba ocurriendo sobre ese tema que se andaba divulgando respecto de que desaparecían maestros.

Pero resulta ser que yo, en ese entonces era muy joven, y vestía mi guardapolvo blanco recién estrenado frente a niños inquietos, preguntones, alegres, curiosos
Como son los niños, como deben ser los niños...
Y como siempre he tenido pocas pulgas directamente me mandaba al frente y le largaba a la Directora o a la Inspectora la frase que luego me costaba ser investigada, pre –sumariada señalada y todas esas yerbas docentes.
Que la Escuela no era una Iglesia largaba lo más suelta de cuerpo.
Y ahí se venía el problema
Porque dejaba pagando a la señora Directora con su pedido de aula silenciosa y de niños silenciosos.
Atrevidas, insolentes resultaban mis palabras a los oídos de la señora Directora.
Nunca me gustaron las aulas silenciosas.
Para mi no era eso de que EL SILENCIO ES SALUD

¿Qué les pasa que están tan callados?si por casualidad al entrar al aula encontraba a mis alumnos en silencio.
Los niños de las escuelas de mi juventud eran niños castigados por el hambre y la miseria.
Y el hambre y la miseria producen en el niño pudor.
Los niños no quieren decir que tienen hambre y que son pobres.
Los niños quieren ser iguales a todos los niños...
Iguales a esos niños de las películas con madres hermosas , con familias perfectas, con padres protectores.
Iguales a los niños de las películas
Los que comen todos los días y los que esperan a sus padres ya dormidos en sus camas abrigadas .
Los niños que eran mis alumnos en la escuela de mi juventud eran pudorosos como lo son todos los niños.
Los niños que eran mis alumnos se desmayaban porque no habían comido
Y llegaban tarde porque se habían quedado dormidos.
Y tenían moretones en la espalda porque (según ellos) se habían caído al arroyo.
Los niños que eran mis alumnos encerraban en el silencio sus padeceres y sus dramas infantiles.
Entonces yo que amaba a los niños y amaba a la escuela y amaba a la docencia.
Entonces yo aprendí a descubrir que mis alumnos llegaban tarde porque llegaban de trabajar vendiendo ositos de peluche para ayudar a su mamá y a sus hermanos

Se desmayaban porque estaban muertos de hambre.
Porque de hambre también se muere
No se habían caído en el arroyo sino que habían recibido una golpiza de su padre con el cinto, como se estilaba en esa época de mi juventud.
Y aprendí estas miserias de la vida humana porque pude ser maestra con el alma .
Y el alma no sabe de silencios, ni de tramposas mentiras.
El alma se comunica, se abre paso, derrumba murallas, destruye montañas.
Cuando digo alma digo sentimientos, digo compromiso, digo solidaridad, digo amor, digo caricias, digo lágrimas, emociones.
Digo :estoy para escucharte, para comprenderte, para ayudarte, para saber lo que te ocurre, para interesarme por lo que te sucede como persona ...
Y digo ...
Estás para escucharme, para saber lo que me ocurre, para ayudarme a descubrirte y a descubrirme en este acto de ir un ser humano hacia el otro y romper así las murallas del silencio.
Que nos apartan, nos aíslan y no nos permiten saber
Que sufres.
Que estás triste.
Que tienes problemas.
Que tengo problemas.
Que tengo alegrías.
Cuando se fue mi juventud y cuando me hice una mujer madura seguí sosteniendo que la ESCUELA NO ES UNA IGLESIA

Las escuelas quieren ser perfectas y armónicas...
Y las señoras Directoras siguen queriendo aulas silenciosas.
Tal vez distintos puntos de vista

¿O tal vez maneras diferentes de vivir y sentir la vida?

Hasta la Victoria Siempre
Pdta:
(Marta Margarita Mastrángelo, siempre en mi corazón hasta el último día de mis días)

sábado, 1 de enero de 2011

Memorias de una profesora "subversiva": "Con perfume a esencias de limones y naranjas"




Es el amanecer del 1 de enero de 2011.
Ya se fue el 2010.
Quedó atrás , pasó a ser un recuerdo más como tantos recuerdos que se van amontonando a medida que las hojas del calendario terminan.
Los fuegos artificiales han dibujado la noche con estrellas artificiales y tras el brindis, la costumbre o la tradición de comer una porción de pan dulce
Pero, no el pan dulce comprado en los mercados sino el pan dulce elaborado tras la larga caminata que la masa con levadura inicia en la casa de una vecina o de una compañera de trabajo.

Entonces recuerdo.
Recuerdo la masa y el olor a levadura y la ceremonia casi secreta de poseer una porción de la futura felicidad que se presagiaba cuando la levadura aumentaba el tamaño de la masa y se abría en muchos "panetones"
Una masa que iba de familia en familia y que creciendo con el tiempo daba forma a los "panetones caseros amasados con amor y que encerraban ese misterioso misterio de pensar que, así elaborado ese pan dulce había de traer la felicidad y la fecundidad de la familia que lo elaboraba con su masa
Cuando trabajaba en la escuela de Barrio Lindo recuerdo que era Liliana la encargada de acercarnos la masa con levadura que, repartida en porciones se destinaba a la fabricación de los "panetones" que luego compartíamos con nuestros alumnos.
Era la cocina de la escuela el lugar de reunión en el que nos juntábamos cuando libres del turno de estar encargadas de controlar los recreos del patio y la entrada de los alumnos podíamos compartir un mate entre recreo y recreo.
Y era la cocina de la escuela el lugar en el que los secretos y los problemas que se nos daban en el diario quehacer de nuestro trabaja encontraban solución
Cada una de nosotras aportaba lo que podía.
Las uvas, las frutas abrillantadas, las frutas secas
Y en las latas de dulce de batata que el Consejo Escolar enviaba para la merienda de los chicos, nosotras, las maestras de entonces colocábamos la porción de masa recibida y obteníamos ese regalo con que alegrábamos el corazón de cada uno de los niños a nuestro cargo.
Y era el disfrute de verlo cocinar en el horno
Y era el disfrute de ser las primeras en probarlo.
Y era el disfrute de ese perfume a esencias de limones y de naranjas rondando por las aulas y por el patio de la escuela.
Y era el disfrute de saber que nuestros alumnos se alegraban con estas pequeñeces, con estas muestra de amor que al llegar el fin del ciclo escolar les obsequiaban sus maestras.
Ha pasado el tiempo y con el tiempo quedaron adheridas a mis costumbres aquellas costumbres de dar cada día un poco de mí para contribuir con la divina experiencia de entregar el alma, el corazón. el sentimiento a través de la tiza, del pizarrón y de aquellos "panetones " con perfume a esencias de limones y naranjas.
Un recuerdo más como tantos recuerdos que se escapan si por casualidad al cerrarse el calendario y al estallar el cielo en estrellas multicolores alguien me acerca una porción de "panetone" para comenzar el nuevo año con toda la suerte y toda la felicidad que siempre esperamos al comienzo de otro camino que se inicia.

Hasta la Victoria Siempre