miércoles, 23 de marzo de 2011

Memorias de una "profesora subversiva" :La Subsecretaría de Educación y el 24 de marzo de 1976




Recuerdos que llegan a mi memoria me remontan a aquellos días del año 2000 cuando trabajando como Profesora de Lengua y Literatura en la EGB Nº 6 y de profesora de Filosofía en la E.E.M.Nº 2 debíamos notificarnos de las Circulares Técnicas que llegaban de la Subsecretaría de Educación de la Dirección de Cultura y Educación de la Pcia de Bs As
Particularmente adherida a mi piel y a mis huesos y a mis sentimientos la CIRCULAR TÉCNICA Nº 01 que con fecha 20 de marzo de 2000 y con la firma del entonces Subsecretario Mario Néstor Oporto recordaban al personal docente que el 24 de marzo de 1976 se cumplía un nuevo aniversario del Golpe de Estado que había usurpado los poderes surgidos en forma legítima .
Un día como cualquier otro el 24 de marzo de aquel tiempo, un día en el que muchas profesoras de las muchas carneras y gorilas que trabajan en el Sistema Educativo Provincial se negaban a cumplir con las Directivas emanadas de la Superioridad desentendiéndose del tema por considerar que el mismo no las involucraba ya que ni habían sido secuestradas, ni habían perdido seres queridos y menos aún habían participado en la “guerra subversiva” como muchas de estas desgraciadas sostenían sin la menor vergüenza y sin el menor pudor o decoro.
Lo mas denigrante era el apoyo que recibían de las Directoras de las instituciones mencionadas que o bien cajoneaban la Circular o me designaban para leer la Circular porque “yo tenía antecedentes en el tema”.
Vos que estuviste en un Pozo leela así nos enteramos de lo ocurrido hace tanto tiempo.
Y entonces venían las preguntas morbosas y llegaban las conclusiones que lastimaban mi alma y hacían latir la vena de mi cuello porque inevitable mente mis compañeras de trabajo tras la lectura de la Circular Técnica llegaban a la conclusión de que si habían desaparecido personas y si habían ido a parar a los pozos seguramente era por algo.
Y el POR ALGO SERÁ QUE DESAPARECIERON se expandía por el patio y por las aulas y me asfixiaba y me daban ganas de vomitar y vomitarles en la cara a cada una de estas gorilas obsecuentes de la Superioridad que siempre supo lo que ocurría con el tema del Golpe de Estado en las escuelas y NUNCA hizo nada por amparar y proteger a los profesores y maestros que habían sufrido la tortura, el secuestro y la humillación en los Pozos .
Y así de esta forma las escuelas en las que yo trabajaba recordaban el 24 de marzo allá por el año 2000.
Un tema tabú, un tema no hablado, no mencionado sino silenciado y escondido a los alumnos de la escuela argentina.
Que había que adaptar las actividades a las características de los alumnos, que había que poner énfasis en el conocimiento del artículo 22 de la Constitución Nacional.
Pero nada decía de hablar sobre los delatores civiles ni de la Iglesia cómplice ni de las Unidades Administrativas Únicas que se dedicaban a señalar al personal docente y pasar el dato a los cuarteles.
¿Por qué vienen a mi Memoria estos hechos?
Será porque mañana es 24 de marzo y será porque extraño a Nené y a Marta y a Susana y a Claudio y al “Turco” y tengo ganas de llorar.
Y porque está lloviendo y porque en este pueblo que huele a fresias y a jazmines y también a mierda la COMISARÍA que fue uno de los Centros Clandestinos más crueles y sanguinarios durante los años 1976 y 1977 sigue aún sin señalizar

Volveremos a encontrarnos algún día, estoy segura

Hasta la Victoria Siempre

viernes, 11 de marzo de 2011

Memorias de una profesora"subversiva":¿Qué hacías el 11 de marzo de 1973?



(A la memoria de Héctor Cámpora)

Aquel domingo del 11 de marzo de 1973 era ya casi de noche cuando nos enteramos que el triunfo del Tío había sido apoteótico.
Les habíamos pasado la aplanadora una vez más a los gorilas y a los milicos y con la juventud que en aquellos tiempos teníamos no nos imaginábamos lo que llegaría después
O tal vez la alegría de haber vuelto a la superficie no nos permitía intuir que a partir de ese 11 de marzo de 1973 los hechos que se sucederían terminarían con la vida de muchos de nuestros compañeros de militancia y sentiríamos el desprecio y la burla por parte de los chupaculos que aplaudieron aquel día en la plaza cuando nos tildaron de IMBERBES.
Recuerdo que habíamos arriado las pancartas y recuerdo que nos retirábamos de la plaza con la bronca que produce la defraudación.
Yo estaba de novia con el que sería el padre de mis hijos que por aquellas épocas trabajaba en ENTEL.
El Tío, después de 49 días presentó la renuncia y en ese acto pudimos apreciar la lealtad de un hombre leal, el más leal de los peronistas que yo haya conocido.
Nunca nos abandonó y tampoco nos traicionó.
Eran tiempos de escuchar continuamente en los medios de comunicación la música de Roberto Rimoldi Fraga y su “Argentino hasta la muerte”.
¿Un acomodado? No se, tan solo el novio de la hija de Lanusse, el milico con aspiraciones políticas y con una soberbia que finalmente lo perdió y lo lanzó en picada.
Han pasado muchos años, tantos que entre los hechos que se dieron a partir de entonces un día se lo llevaron a Eduardo Velurtas(un compañero y un amigo.)
Gremialista de ENTEL y delegado de FOETRA que por aquellos días tenía 22 años, estaba casado y con un hijito.
El Tío ha quedado prendido en mi corazón, como se prenden los recuerdos que no pueden olvidarse.
Un tipo que se dio y nos dio la más hermosa lección de militancia que un militante podía recibir.
Nos enseñó el sentido de la palabra LEALTAD.
En su MEMORIA y en la MEMORIA de todos los que lo quisimos como el nos quiso.
Con el corazón y con la coherencia de sus actos hacia nuestra militancia.

Hasta la Victoria Siempre , querido TÍO
(Volveremos a encontrarnos, estoy segura)

sábado, 5 de marzo de 2011

Memorias de una profesora "subversiva":Derechos Humanos y Ciudadanía



(2005)


Era un día miércoles y, como todos los miércoles, vestida de profesora esperaba el colectivo para ir a mi trabajo de profesora de Derechos Humanos y Ciudadanía.
Los términos, si son reiterativos se constituyen en instrumentos didácticos y me acostumbré entonces a usarlos.
Con los alumnos, con las autoridades educativas (en especial) con mis hijos, con mis amigos.
Había en el aire perfume a jazmines.
Miraba mientras tanto las calles empedradas, los tilos cubiertos de hojas verdes, el ciruelo de la casa de mi vecina moviendo sus ramas con la brisa estacional, el vendedor de diarios en su bicicleta.
En primavera Adrogué estalla en fragancias distintas( rosas, jazmines, fresias...).
Me puse a fumar un cigarrillo para acortar la espera (Puta viciosa.)
La voz de “Chupete”en mis oídos , como hace tantos años en la celda.
Me reí.
Siempre me río de placer cada vez que fumo un cigarrillo.
La transgresión, la sobrevivencia, la oportunidad de vengarme de “Chupete” en el simple acto de fumar un cigarrillo.
“Chupete”, no fue el último cigarrillo, te equivocaste.
“Chupete”, hijo de puta desgraciado torturador
(Mis pensamientos a las siete de la mañana esperando el bondi).
Que llegó como solía llegar siempre en aquella época.
Puntual.
Con profesores dormitando en los asientos y con maestras con los delantales blancos y con las porteras con sus delantales azules o celestes.
Por fin ,sentada en el colectivo local ,comencé el viaje hacia la escuela por la módica suma de 0,75 $
Y si, eran épocas de 0, 75 $ y de la máquina expendedora de boletos que no funcionaba o se trababa
El recorrido habitual por las calles de Burzaco.
La estación, el vendedor de chipá, el paso nivel con ese olor a animal muerto y en estado de descomposición.
Siempre había algún perro o algún gato tirado entre los pastizales .
Siempre
Y la escuela que empezaba a divisarse tras doblar la esquina y caminar por las veredas carcomidas por el tiempo y a la sombra de los álamos que bordeaban las calles que habían sido empedradas.
Había llegado a la puerta de la escuela
El enrejado dejaba ver el descampado lleno de pasto recién cortado que se esparcía llevado por la brisa.
Pretendía pasar por entre una gran cantidad de adolescentes que se amontonaban frente a la puerta del edificio escolar.
Un empujón salido de la nada casi me tira al suelo.
Me aferré , como pude en forma instintiva al brazo de una alumna y entonces lo vi.
En el suelo, tirado, protegiéndose la cabeza con sus manos, un alumno evitaba la agresión de la que estaba siendo objeto.
Sus compañeros lo miraban, los adultos que por casualidad pasaban cercanos a la escena ,seguían tranquilamente (miremos para otro lado)
¿Cómo puede ser que un alumno está siendo zurrado y ningún adulto intenta intervenir?(Me preguntaba interiormente).
Entonces lo levanté, o me interpuse o grité ,no se, la cuestión es que de repente el joven estaba escudado con mi cuerpo y mientras intentaba sacarse las ramitas y hojas que se le habían pegado en el cuerpo y en la cabeza me introduje con él en el interior del edificio
Entonces el desparramo de alumnos, entonces los gritos de los docentes, entonces las autoridades de turno dándose por enteradas que ninguna había hecho algo por evitar lo que podía haber termindo como suelen terminar las peleas entre jóvenes descontrolados.
Y lo increíble.
Que yo era una alarmista, que tan solo eran juegos pesados de los “chicos”.
Ese día el episodio ocurrido a la entrada de la escuela había motivado de manera muy especial la clase de ese día
Así que comencé recordando lo que hace pocos años antes le había ocurrido a Cristhian que había entrado con vida a la escuela y había salido con la aorta ventral destrozada y muerto.
Todo había empezado con una pelea entre compañeros de clase y había terminado en una tragedia.
Y así el tema de la violencia social fue el tema de debate que rondó desde los pupitres a mi escritorio y desde mi escritorio a los pupitres.
Y así los acontecimientos del día habían dado lugar a la investigación sobre la violencia juvenil que aquel día mis alumnos llevaron como tarea para sus hogares.
Busquen para mañana información relacionada con hechos de violencia escolar ocurridos en el distrito al que pertenece la escuela.
Entonces , desde el fondo de la clase una voz reclama mi atención,
Profesora, ¿se acuerda de Pan triste?
La bandera argentina flameaba en el mástil de la escuela.
Por el ventanal adivinaba el paso del tren haciendo mover los rieles detrás de las “campanitas azules” que trepaban en el alambre de la medianera.
Mientras tanto, mis alumnos trabajaban al compás de la música de León Gieco.
Yo en silencio los miraba trabajar proyectando sus futuros.
(Te jodimos “Chupete, sobrevivimos y seguimos cantando con las voces de los muertos.)

La memoria apunta hasta matar
A los pueblos que la callan
Y no la dejan volar
Libre como el viento.

La voz de León Gieco como el humo de un sahumerio encendido se filtraba por los ventanales de la escuela y la bandera flameaba en el mástil, como en el 76, como en el 2005.
Les enseñarás a volar...pero, no volarán tu vuelo.
“Chupete”, torturador, hijo de puta , estoy enseñando a volar(mis pensamientos )
Recuerden a los padres palotinos que dejaron su sangre en el lodo y que son nuestros vecinos de Turdera.
Discutiremos en la próxima clase la metáfora y analizaremos por que murieron los padres palotinos.
Nos vemos el próximo miércoles


Hasta la Victoria Siempre

jueves, 3 de marzo de 2011

Memorias de una profesora "subversiva":El nido vacío




A veces al despertarme las lágrimas acuden a mis ojos y siento que mi corazón también llora porque extraña.
Extraña las voces, extraña las llegadas al hogar en los distintos horarios, extraña las comidas diversas comidas que solía preparar para alegrar el corazón de mis hijos , porque cocinar pastelitos, o medialunas, o canelones o asado al horno con papas y con batatas eran los preferidos de cada uno de ellos.
Una no se prepara para extrañar.
O al menos yo no me preparé para extrañar y tal vez por ello es que los extraño tanto
Una se prepara para tener hijos, para criar hijos, para bañarlos, llevarlos a la escuela, trabajar para mantenerlos .
Una se prepara para pasar de grado y aprender una vez y otra vez a sumar y a restar y a dividir y a multiplicar.
Una se prepara para ver crecer el primer dientito o para aplaudir los primeros pasos.
Una se prepara para ser madre y amar y darse en cada acto de amor.
En posponer esa blusa con volados tan soñada porque primero están las zapatillas de gimnasia.
En posponer ese trabajo más rentable porque la presencia en la casa y el estar con los hijos no entran en la categoría de opciones.

Una se prepara para ser feliz, para vivir en el idilio de la vida y para vivir la vida en una nube de amor que a veces se transforma en una polvareda que nos arrastra o nos intenta tirar con la fuerza del viento que la trae y la deposita en nuestro camino e impide que caminemos y que hace que de pronto nos demos cuenta que estamos solas, con ellos, nuestros hijos y que debemos seguir en el camino porque ellos no tienen la culpa de que nosotras no pensáramos que a veces la vida no es un idilio y que los idilios suelen terminar y las realidades suelen golpear y hacer doler el alma.
Pero, todo forma parte de la vida .
Una no elige las cartas que la vida baraja , simplemente las cartas te tocan.

Y a veces te tocan cartas buenas o te tocan cartas de mierda.
Y hay que jugar porque si dejás de hacerlo .
Chau, fuiste.
Y en ese chau fuiste ,también chau fueron tus hijos los hijos que trajiste al mundo y que por esas cosas de la vida dependen ahora de vos para seguir estudiando y comiendo y pasando de grado y aprendiendo a sumar y a restar y a multiplicar y a dividir y a comer y a crecer y…..
Y la vida que va pasando no te da tiempo a detenerte a pensar que algún día la misma vida que te los trajo te los va a llevar hacia otros rumbos, hacia otros nidos , .
Porque así es la vida y porque así me ocurrió a mi y seguramente le ocurre a todas las mujeres que traemos hijos al mundo y que somos madres y que somos trabajadoras y que somos lavanderas y enfermeras y maestras y cocineras .
Mujeres multifunciones en un tiempo de vida que nos iguala a los hombres pero que al igualarnos nos complica la existencia y nos transforma en multifuncionales para poder cumplir con todos y tal vez, a lo mejor dejar de cumplir con nosotras.
Porque al menos a mi así me ocurrió .
Y no me quejo.
Por eso es que al despertarme por las mañanas y no escuchar el sonido de las voces y al anochecer al no esperar ya la llegada de cada uno de ellos es como que me doy cuenta que algo en mi ha triunfado y al mismo tiempo ha traído una tristeza que tiene que ver con la alegría de haber alcanzado el objetivo de vivenciar las ausencias como el mayor logro de todos mis esfuerzos.
Porque es la realidad de darme cuenta que los gorriones han volado del nido en el que durante tanto tiempo pude cuidarlos y acariciarlos y disfrutarlos .
Por eso extraño y por eso lloro.
Pero no lloro con el sentimiento de pérdida que producen las pérdidas.
Lloro con el sentimiento de alegría de pensar que no están conmigo pero están donde cada uno de ellos desea estar y hacia donde yo con mi esfuerzo y con mi amor y con mi entrega los ayudé a llegar.
Mi hogar es así como un nido vacío.
Pero vacío de esas presencias que un día lo poblaron e hicieron de mis días los más felices días de mi vida.
Días que ya no volverán y que yo quisiera que volvieran para ser mejor de lo que fui y para disfrutar más de lo que disfruté cada uno de esos momentos, pequeños momentos de la vida que a veces el tiempo de mierda en su vorágine no nos deja apreciar y disfrutar como debieran ser apreciados y disfrutados.
Y entonces siento que ya nada será igual y que daría mi vida por volver a ese momento en el cual todos juntos estábamos sentados alrededor de la mesa en la hora del almuerzo y de la cena
Pero entonces suena el teléfono.
Y entonces la voz de mis hijos me vuelve a esta realidad de hoy que es la vida que regresa en la vida y en la infancia de mis nietos.
Hola mamá.
¿Todo bien?
Te extraño vieja, nos vemos el fin de semana.


Hasta la Victoria Siempre