jueves, 16 de diciembre de 2010

Memorias de una profesora "subversiva": "Villa Lola " y Manuel Puig

Desde Adrogué el pueblito que huele a fresias y a jazmines y también a mierda






Hace tiempo, mucho tiempo en la casa de Teresa (la restauradora de muebles de Adrogué)las cámaras y los camarógrafos filmaban las escenas de “Boquitas pintadas”.

Corría el año 1974
La casa, una enorme casona con aljibe y rosedal y puerta de hierro y columnas era el lugar del que salía Leonor Manso moviendo el culo , porque la “Raba” era la mujer que tenía el culo parado como las gallinas.
Al menos ,después de tantos años, a mi que en ese momento de la filmación me había llevado hasta la puerta de la casona ese curiosidad por ver de cerca de Alfredo Alcón los recuerdos me devuelven a esos instantes de mi vida en la que se filmaba Boquitas Pintadas en la casa de Teresa mientras desaparecían compañeras y los secuestros estaban a la órden del día en las calles empedradas de Adrogué.

“Villa Lola” era entonces una casona con jazmines, rosedales , Santa Ritas y un aljibe .
Los cineastas siempre han tenido predilección por Adrogué, por sus casonas y casaquintas,.
Los escritores y los políticos siempre han elegido estos parajes para vivir, para pasear y aún para intentar el suicidio, como en el caso de Jorge Luis desilusionado de amor ante la indiferencia de Stella.
1974, Leonor Manso, Alfredo Alcón, Marta González y la Raba caminando por la vereda con el culo en punta.

Vaya si hay para contar cosas sobre Adrogué , vaya si hay momentos de la vida de este pueblo para volcar en papel y llevar muchos mensajes de los momentos que transcurren entre los atardeceres perfumados de azahares y las plazas y las calles teñidas de naranja o violeta(según las flores que caen de los árboles)y que esconde tantos prejuicios y vive de las apariencias.
Como en “Boquitas Pintadas”.

Han pasado los años, tantos años desde entonces que ya “Villa Lola” es una estación de COMBIS.
El progreso y los negocios suplantaron a los rosedales y a las Santa Rita y a esa mezcla de ripio y pasto que llegaba hasta la puerta de Villa Lola.
La casa de Teresa es ahora una estación de Combis en la que los que pueden pagar nueve pesos el viaje cambian el tren por este medio de transporte .

Un medio de transporte en el que no olerás a culo ni a churros ni a torta fritas.
Silencioso, cómodo aclimatado y cadencioso.
Al llegar a destino pagarás antes de bajarte y al regresar a tu hogar formarás la larga fila de los muchos que disponen de los nueve pesos por un viaje que te separará del resto de los mortales que apretujados en el quetren carreta llegarán a destino tan solo en veinte minutos y oliendo a churros y a panchos y a tortas fritas.
Es el progreso y es el no darse cuenta que la Combi se llevó lo que se llevan los negocios.
Se llevó la puerta de hierro y las Santa Rita y los rosales pero quedó el aljibe
Y pegado a los recuerdos de aquellos tiempos de Adrogué, ese olor a pintura y aguarrás y a esas sustancias que empleaba Teresa para realizar sus restauraciones
Porque Adrogué( el pueblo que huele a fresias y a jazmines y también a mierda) tiene esas cosas
Porque Adrogué es mucho más que un viaje en combi o un frustrado suicidio de un escritor enamorado .
Adrogué es también la COMISARÍA que fuera el más sangriento Centro Clandestino de Detención que funcionó durante los años 1976 y 1977.
Pero, los escritores no escriben sobre este tema.
Y los cineastas no filman sobre lo ocurrido durante la época represiva.
Entonces, mientras observo lo que quedó de Villa Lola, la casa en la que vivía Teresa no puedo más que sentir esa sensación de angustia al darme cuenta que Adrogué es como un mundo que sigue ocultando un pasado tenebroso.
Y que los escritores hacen mutis por el foro.
Y que los políticos se hacen los sordos como si no pudieran escuchar los reclamos de quienes insisten en pedirles que señalicen la COMISARÍA DE ADROGUÉ.
Para que se sepa lo ocurrido entre sus paredes.
Y para que deje de ser usada por ejemplo como lugar de exposición de cuadros de pintores y artistas de la zona.

Ha caído la noche y el quetren que viene de Burzaco pasa por la estación saludando a las campanitas azules que trepan sobre el alambrado que bordea las vías.
Mientras las Combis dejan ver su esqueleto blanco desplazándose por las calles teñidas de los colores de las flores que caen de los árboles arrastradas por el viento del verano.


Deliciosas criaturas perfumadas
Quiero el beso de sus boquitas pintadas….


Hasta la Victoria Siempre

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