MONTE GRANDE IDA Y VUELTA
Somos la Resistencia suburbana
(Me decía la Elvirita mientras viajábamos desde Monte Grande hasta la estación de Turdera)
La que ha existido siempre y siempre existirá porque así es la resistencia del pueblo.
Madre de familia numerosa y de estado civil “Abandonada de hecho” como sostiene afirma y pregona cada vez que le preguntan por el padre de sus hijos, la Elvirita estaba que trinaba porque se había enterado que no había estado donde debía estar cuando sus compañeras la necesitaban.
La Elvirita es así, impetuosa, culta con título universitario y con una boca que sabe ser muy sucia y que sabe de largar puteadas a quien la provoque cuando no quiere o no tiene ganas que la provoquen.
Está orgullosa de sus hijos la Elvirita.
Son su mejor obra eso dice de sus hijos la Elvirita.
Habíamos ido hasta el Consejo Escolar de Monte Grande y allí nos habíamos encontrado con una compañera de militancia que nos había contado que habían estado por la zona el facho Blumberg y la Chiche Duhalde.
Que habían ido a chicanear por el tema de la inseguridad y que la Chiche al parecer había ido a recordarle al Intendente Gray los tiempos en los que el Intendente trabajaba para la Chiche.
Esto es lo que había irritado a la Elvirta que milita en el FPV y tiene un pájaro calafate blanco que resultó ser una pajarita porque un día puso huevos en la jaula que está colgada en el patio de la casa de la Elvirita
Sacamos al genocida de Groppi y ahora sube este panqueque(la voz de la Elvirita que hacía que todo el pasaje pusiera los ojos sobre nuestros cuerpos y las orejas sobre nuestra conversación.).
En la estación de Llavallol subieron tres curas palotinos.
Siempre viajan los palotinos en el Quetren carreta y siempre se bajan en Turdera
Son los curas de la iglesia de Turdera.
En la estación de Luis Guillón había subido la Clotilde Suarez que de Directora de escuela había pasado a Inspectora del Sistema Educativo.
Divorciada del arquitecto cuando éramos compañeras de trabajo, el divorcio de la Clotilde había sido el culebrón que nos reunía en la cocina entre mate y mate en los recreos.
Dale, que ya llegamos a Turdera(la voz de la Elvirita de la que momentáneamente me había separado para saludar a la Clotilde).
El puente peatonal finalmente en condiciones para transitar sin peligro esperaba nuestros pasos.
Vamos caminando por Quintana
¿Te parece?
Y empezamos a caminar por Quintana impregnadas por ese suave y dulzón olor a tilos de los árboles de mi pueblo.
....................................................................................................................................
Yo vivo en un barrio tranquilo
No es preciso que me busques
Las veredas llevan
Las marcas de mis pies
(La canción “Turdera” de los “Auténticos Decadentes”, )
Y que la Elvirita siempre canta
Tal vez para no pensar en el marido que se olvidó de ella y de los hijos.
Tal vez para no dejar que su alma llore.
……………………………………………………………………………………..
Y si, tiene razón la Elvirita...SOMOS LA RESISTENCIA SUBURBANA.
La que no aparece en los medios de televisión
Ni en las primeras páginas de los diarios
Somos la Resistencia suburbana
(Me decía la Elvirita mientras viajábamos desde Monte Grande hasta la estación de Turdera)
La que ha existido siempre y siempre existirá porque así es la resistencia del pueblo.
Madre de familia numerosa y de estado civil “Abandonada de hecho” como sostiene afirma y pregona cada vez que le preguntan por el padre de sus hijos, la Elvirita estaba que trinaba porque se había enterado que no había estado donde debía estar cuando sus compañeras la necesitaban.
La Elvirita es así, impetuosa, culta con título universitario y con una boca que sabe ser muy sucia y que sabe de largar puteadas a quien la provoque cuando no quiere o no tiene ganas que la provoquen.
Está orgullosa de sus hijos la Elvirita.
Son su mejor obra eso dice de sus hijos la Elvirita.
Habíamos ido hasta el Consejo Escolar de Monte Grande y allí nos habíamos encontrado con una compañera de militancia que nos había contado que habían estado por la zona el facho Blumberg y la Chiche Duhalde.
Que habían ido a chicanear por el tema de la inseguridad y que la Chiche al parecer había ido a recordarle al Intendente Gray los tiempos en los que el Intendente trabajaba para la Chiche.
Esto es lo que había irritado a la Elvirta que milita en el FPV y tiene un pájaro calafate blanco que resultó ser una pajarita porque un día puso huevos en la jaula que está colgada en el patio de la casa de la Elvirita
Sacamos al genocida de Groppi y ahora sube este panqueque(la voz de la Elvirita que hacía que todo el pasaje pusiera los ojos sobre nuestros cuerpos y las orejas sobre nuestra conversación.).
En la estación de Llavallol subieron tres curas palotinos.
Siempre viajan los palotinos en el Quetren carreta y siempre se bajan en Turdera
Son los curas de la iglesia de Turdera.
En la estación de Luis Guillón había subido la Clotilde Suarez que de Directora de escuela había pasado a Inspectora del Sistema Educativo.
Divorciada del arquitecto cuando éramos compañeras de trabajo, el divorcio de la Clotilde había sido el culebrón que nos reunía en la cocina entre mate y mate en los recreos.
Dale, que ya llegamos a Turdera(la voz de la Elvirita de la que momentáneamente me había separado para saludar a la Clotilde).
El puente peatonal finalmente en condiciones para transitar sin peligro esperaba nuestros pasos.
Vamos caminando por Quintana
¿Te parece?
Y empezamos a caminar por Quintana impregnadas por ese suave y dulzón olor a tilos de los árboles de mi pueblo.
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Yo vivo en un barrio tranquilo
No es preciso que me busques
Las veredas llevan
Las marcas de mis pies
(La canción “Turdera” de los “Auténticos Decadentes”, )
Y que la Elvirita siempre canta
Tal vez para no pensar en el marido que se olvidó de ella y de los hijos.
Tal vez para no dejar que su alma llore.
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Y si, tiene razón la Elvirita...SOMOS LA RESISTENCIA SUBURBANA.
La que no aparece en los medios de televisión
Ni en las primeras páginas de los diarios